Si te divorcias, puedes hacerte tendencia

Está claro que todo el que accede a las redes sociales sueña en secreto con que un día su foto, vídeo, comentario o publicación pueda llegar a ser trending topic, esto es: que todo el mundo la siga y se haga tendencia social. En Facebook puede ser compartida pulsando el Like, en Twitter  e Instagram se convierte en hagstag, y en Pinterest se puede repinear hasta casi el infinito; y lo mismo en otras redes sociales.

Por supuesto, nada ni nadie puede ser tendencia para siempre, ya que las redes sociales, como su nombre indica, están formadas por personas que comparten un vínculo de interés hacia algo o alguien; y como las personas tenemos un carácter voluble, así mismo se comportan las tendencias, cambiando a cada momento en un tiempo más o menos breve. Así que lo importante es subirte al carro en el momento justo, y disfrutarla mientras dure.

Claro que si esto se aplica a la última tendencia que hace furor en las redes sociales, la cosa se complica bastante. Parece ser que la última moda es hacerte un selfie con tu ex marido o ex esposa, mientras sostenéis el acuerdo de divorcio que acabáis de firmar, con cara de alegría y como si fuera lo más normal del mundo.

Esta moda, llamada Divorce Selfie, surgió en Canadá, cuando unos recién divorciados de mutuo acuerdo con ganas de empezar de una nueva vida y dejar atrás todo lo que pudo tener de malo su matrimonio, decidieron fotografiarse de esta guisa y compartir la imagen en una red social. Desde luego, una forma original de terminar una relación, y que en ellos pudo crear este sentimiento de felicidad compartida; lo extraño es que en todo el mundo empezaron a aparecer parejas que los imitaban, o mejor dicho ex parejas, porque si no hay papeles de divorcio por medio, no se está llevando bien la tendencia.

¿De veras puede haber tantas personas que estén tan felices al firmar un acuerdo de divorcio? No dudo que en la mayoría de los casos pueda ser una liberación, al menos en lo que a discusiones y malos rollos se refiere; pero una parte muy íntima de uno debe asumir que un divorcio es un fracaso, y que por supuesto no es culpa de uno solamente, sino de los dos. ¿La alegría que se siente es tan inmediata, y tan grande, que eres capaz de hacerte una foto todo sonrisas con esa persona con la que hasta hace poco te estabas matando? Es algo en lo que habría que pensar, la verdad.

Y siguiendo con lo que antes decía de subirse al carro de las tendencia, sería preocupante pensar que algunos de estos matrimonios hayan firmado el divorcio solamente para poder seguir estando de moda mientras esto dure. No quiero pensar que haya descerebrados así, ni que pongan cara de alegría cuando en realidad están a punto de echarse a llorar. Prefiero creer que muchos de estos “felices recién divorciados” están montando una farsa, y que los papeles de su separación son una plantilla que han bajado de internet y que han firmado sólo para conseguir su minuto de gloria.